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Ceret en los medios: Entrar al clóset

Ceret en los medios: Entrar al clóset
7 abril, 2014

Artículo de suplemento «Tendencias» de diario «La Tercera» acerca de las cambios que ha sufrido el consumo de vestuario y calzado en Chile.

Porque tenemos más. El clóset de las chilenas ha crecido con el tiempo y, según un estudio sobre el tema realizado por Adimark entre mujeres de entre 25 a 50 años en 2009, el 70 % de las encuestadas dijo que en ese momento su ropero era más variado y tenía más prendas que el de sus madres a su edad.

El vestuario es una de las principales cosas que las personas, particularmente las mujeres, coleccionan en el mundo moderno. Claudio Pizarro, investigador del Centro de Estudios del Retail (CERET) de Ingeniería Industrial de la Universidad de Chile, dice que hay cambios fundamentales: la incorporación de la mujer al trabajo, lo que significa que la mujer ahora tiene recursos, pero además ha logrado obtener poder de decisión sobre ese dinero. El costo es que en muchos casos tiene poco tiempo, por lo que busca mecanismos de autocompensación dentro de los cuales vestirse, verse bien y comprar ocupan un rol central. Lo confirma el estudio de Adimark, que muestra que para casi tres cuartos de las mujeres, comprar ropa es un placer.

Según un estudio realizado por Euromonitor International, en Chile en 2012 cada habitante adquirió en promedio 27 artículos de ropa, zapatos incluidos, muy por encima de las 17,8 y 15,8 unidades de Brasil y Argentina, respectivamente, que son los países latinoamericanos que nos siguen. Según Andrés Chehtman, analista de investigación de Euromonitor International, esto responde a una serie de factores entre los que destaca un mayor poder adquisitivo de la población (potenciado por las tarjetas de grandes tiendas) y la consolidación del mall como una forma de entretenimiento.

¿Resultado? Hoy las personas están menos uniformadas y cambian de estilo según la ocasión, el entusiasmo y las ganas. “La transformación de la sociedad chilena desde una conservadora a más liberal o abierta se refleja también en la moda, en la forma de vestir. Es una manera más de expresarse libremente. Basta mirar en las calles cómo se visten las generaciones jóvenes, donde cada día uno nota más mujeres con estilo propio”, dice Antonia Bulnes, una de las fundadoras y gerente de marketing y ventas de la red social de moda Cranberry Chic.

Otro de los puntos que destaca Chehtman son las importaciones a menor precio. Ahí el responsable directo es China. La mayoría del vestuario que se consume en Chile viene de ese país, y esta oferta de ropa barata ha producido una disminución importante en los precios de los textiles que entre 1990 y 2009 cayeron en un 38 % en promedio. “Piensa en la ropa que venden en los supermercados a mil pesos. El vestuario antes era un bien de consumo relevante en el presupuesto de una familia de clase media, en cambio hoy es mucho más accesible”, dice el sociólogo y académico de la Universidad Diego Portales, Tomás Ariztía.

Además, agrega, hay una creciente valoración de lo estético en la sociedad. El aspecto tiene cada vez más importancia, y estar a la moda ya no es algo a lo que sólo pueden acceder las personas con plata, como lo demuestra el éxito de sitios web como el chileno Viste la calle que se centran no en las pasarelas, sino que en la moda urbana. Ahí ha sido clave “el factor Zara”, marca que según Claudio Pizarro, del CERET, cambió las reglas del negocio de la ropa en Chile. Zara fue la primera de las “fast fashion” en instalarse aquí e imponer el concepto de renovación constante del stock y colecciones que no están hechas para durar, sino que para capturar en forma rápida y a buenos precios las principales tendencias de la temporada, extendiendo a distintos segmentos la posibilidad de “estar a la moda”. Una de las últimas de estas tiendas en instalarse en Chile fue la sueca H&M que aterrizó el año pasado en el mall Costanera Center y desde entonces que está llena, lo que explica que sus resultados hayan superado todas sus expectativas con ventas de casi 53 millones de dólares en sus primeros 12 meses.

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