El presidente de Embotelladora Andina, Juan Claro, manifestó hoy su preocupación por la reforma tributaria, en especial, por aquel aspecto en que ésta aumenta el gravamen a las bebidas azucaradas, calificando la modificación como «regresiva, discriminatoria e ineficaz».

Tras permanecer por casi dos años alejado de la vida pública y gremial, Claro manifestó que «con el esfuerzo de todos los chilenos vivimos hoy en la antesala del desarrollo, en lo que algunos expertos denominan un país de ingresos medios. La teoría y la evidencia empírica muestran que para ir resolviendo los problemas y desigualdades sociales requerimos sostener incrementos constantes de productividad, que nos permitan generar más y mejores empleos».

El ejecutivo subrayó que si bien para lograr el desarrollo juega un rol importante «mejorar la calidad de nuestra educación, un elemento que está en el ánimo de todos los chilenos, ese no es el único componente».

Y dijo que «para que una reforma tributaria produzca los efectos deseados, se requiere que ésta no sólo grave a quienes tienen más, sino que además no disminuya la recaudación y termine afectando el bienestar por efectos indeseados en el ahorro y la inversión».

«Nos preocupa la poca recepción a las propuestas»
En su carácter de presidente de embotelladora Andina, el mayor productor de bebidas azucaradas del país, Claro explicó que «nos preocupa la poca recepción, por parte de algunos actores políticos, que han tenido las propuestas de algunos expertos en la materia como dirigentes sociales que conocen el Chile real».

Añadió que «frente a una reforma estructural de esta envergadura resulta conveniente abrir espacios de participación, no para desnaturalizar esta reforma como algunos temen, sino que para reflexionarla bajo los mismos parámetros de recaudación y noble inspiración que la impulsa».

En particular, afirmó que el punto de esta reforma que consideran más crítico es el aumento de gravamen a las bebidas gaseosas «ya que genera varios elementos negativos, toda vez que este impuesto es regresivo, discriminatorio e ineficaz».

Explicó que «este impuesto afecta en mayor proporción a los presupuestos familiares de los chilenos de menores ingresos. Es ineficaz por cuanto el problema de la obesidad es multifactorial».

Dijo que por estas mismas razones, el impuesto a las bebidas gaseosas «no funcionó y fue abolido» en Dinamarca, República Dominicana y Zambia, y por los mismos factores no se implementó en España, Italia y Francia.

Durante la junta de accionistas, el gerente general de la empresa, Abel Bouchon, destacó que durante este año el gran foco de crecimiento esperado estará puesto en Brasil, con motivo del Mundial de Fútbol.

Fuente : La Segunda