La pasta de los Bofill
El año pasado, Empresas Carozzi celebró los 110 años de Carozzi, los 100 de Costa, los 90 de Bonafidé,y los 60 de Ambrosoli y Pomarola. Hitos que reflejan la relevancia de esta firma,que nació en Valpará en 1881, detrás de la cual ‘es’ los Bofill, clan que «fue distinguido con el premio ESE a la familiia Empresaria 2009, que otorga la Escuela de Negocios de la Universidad de Los Andes, en conjunto con Credit Suisse y Diario Financiero.
El reconocimiento se entrega desde 2005–ha sido otorgado a las familias Matte,Von Appen,Yarur Rey y Luksic– busca destacar la contribución de las familias empresarias a la economía del país, las que han combinado exitosamente los asuntos familiares y empresariales, e identificar las mejores prácticas a seguir.
Entre los criterios de selección, las familias destacadas deben ser líderes o referentes en los mercados donde operan, presentar una buena historia de desempeño financiero, y haber alcanzado al menos la segunda generación en la propiedad y la administración.
EL jurado fue presidido por el director general del ESE, Alberto LópezHermida, quien estivo acompañado por el representante de Credit Suisse en Chile,Andrea Cuomo; el presidente de la Confederación de Producción y Comercio, Rafael Guilisasti; el presidente de Icare, Patricio Parodi; el académico de la Universidad Católica Nicolás Majluf,;el profesor titular de la Cátedra Jorge Yarur Banna,Jon Martínez,y el director de Diario Financiero, Guillermo Turner.
Tradición italiana
Empresas Carozzi y los Bofill son una buena amalgama del desarrollo industrial surgido en la V Región.
En 1881, Francisco de Caso Muñiz funda De Caso & Compañia. Dieciseis años después se inaugura en Valparaíso la productora de pastas «La Joven Ita lia, Carozzi y Cia», fundada por Augusto Carozzi Passani.
El «cruce» entre ambas empresas se dará casi 30 años después, en 1927, cuando la familia De Caso adquiere las primeras acciones de «Compañía Molinos y Fideos Carozzi».
En 1944, dos años tras la muerte de Augusto Carozzi y cuando la firma era presidida por Enrique Costa Venzan (hijo de uno de los fundadores de la empresa), ingresa al directorio de Carozzi Francisco De Caso Rivera, quien a su vez llegara a la presidencia de esta firma en 1969. Seis años después asume la presidencia de Carozzi su sobrino, Gonzalo Bofill de Caso.
Ambos son considerados artífices del sello de Empresas Carozzi hasta hoy. A Costa Venzano se le reconoce haber marcado una nueva etapa en la administración, con una clara impronta familiar que se mantiene hasta hoy, acompañado de un énfasis en el profesionalismo de sus ejecutivos y la tecnología de sus plantas.
Mientras que a Bofill dé Caso se le recuerda por su gran visión empresarial y haber conducido con éxito el proceso
de diversificación e internacionalización de la firma. Ejemplo de ello es que bajo su presidencia, en 1982, Carozzi ingresó al negocio de los chocolates con la compra de Costa (fundada por Federico Costa en 1907).
En 1987 se crea Agrozzi, la división agroindustrial de la firma, destinada a la exportación de pastas de tomates y pulpas de frutas. Y nueve años más tarde, mediante la Sociedad industrial Teófilo Grob, se transforma en una de las más grandes harineras del país.
Pero de Gonzalo Bofill de Caso no sólo se destaca su capacidad empresarial. «Pese a que tenía don de mando y exigía a sus colaboradores esfuerzo y precisión en el trabajo, se le reconocía también como un jefe participativo y de puertas abiertas con sus colaboradores», sostiene uno de los capítulos dedicado a él en el libro que conmemora los 100 años de Costa.En éste también se le reconoce como un gran defensor de sus ideas.
«A fines de los 70 entregó al ministro de Hacienda las llaves de la compañía en protesta por la política de precios insostenibles para la empresa.Y en defensa de sus principios durmió durante meses en la fábrica junto a un grupo importante de trabajadores para evitar que se estatizara la compañia», dice el texto.
La internacionalización
En 2007 falleció Gonzalo Bofill de Caso, tras presidir Carozzi durante 32 años, dejando una empresa que en 2008 vendió más de US$ 1.000 millones, y con una sólida presencia internacional.
Un trabajo de expansión que comenzó en 1994, con la apertura de una oficina comercial en EE.UU.y en los años siguientes con el ingreso al mercado argentino,con la compra de DRF, y al peruano, con la fundación de Costa Perú y luego la adquisición –de Molitalia.
Hoy, esta empresa de alimentos tiene bajo su alero marcas como Carozzi, Costa, Ambrosoli, Agrozzi, Bonafide, Molitalia,Vivo,Vizzio, Gran Cereal, Trattoria, Pomarola, Parma, Caricia, Sprim, Arroz Miraflores, Rizzo, Selecta, TG, Mariposa y Mont Blanc, entre otras.
Además, opera 12 plantas productivas en Chile, cinco en Perú y dos en Argentina, tiene oficinas comerciales en Paraguay, Ecuador, México y Estados Unidos, y su presencia comercial en más de 40 países.
Fuente : El Diario Financiero
