El Banco Central de Chile publicó ayer la nueva regulación sobre las tarjetas de crédito, contenida en la propuesta de modificación del Capítulo III.J.1 del Compendio de Normas Financieras de ese organismo.
Entre los ajustes de la normativa –parte de los cuales habían sido adelantados en 2012 por el superintendente de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF), Raphael Bergoeing– se explicita que el universo de emisores fiscalizados corresponde a la «totalidad de entidades que asuman responsabilidades de pagos con comercios afiliados no relacionados» y se fortalecen los requisitos de capital, liquidez y de reporte de información para emisores y operadores.
Además, aumenta la responsabilidad del gobierno corporativo de estas entidades en la gestión y control de riesgos de acuerdo con estándares normativos definidos por la SBIF, entidad que ya puso en comentario el reglamento para aplicar la nueva normativa.
El Central también incorporó ajustes sobre la base de las sugerencias obtenidas en el período de consulta, flexibilizando y perfeccionando la regulación aplicable a operadores de tarjetas de crédito y sistemas similares.
Según el instituto emisor, «las modificaciones incorporadas buscan facilitar la participación de un mayor número y diversidad de empresas en este mercado», en línea con algunas de las sugerencias del reciente informe sobre Inclusión Financiera y Medios de Pago. Así, amplía el giro exigido a las sociedades autorizadas para operar tarjetas de crédito, permitiéndoles al mismo tiempo operar tarjetas de débito.
Por otro lado, se aumentan los requisitos de capital aplicables a operadores que, aun cuando no asuman responsabilidad de pago, canalizan un mayor volumen de operaciones de pago. La nueva normativa forma parte del marco regulatorio y de supervisión más amplio que rige a los emisores de tarjetas de crédito, y que incluye al Sernac financiero, la legislación sobre operaciones de crédito y a la legislación que rige al mercado de valores.

Fuente : El Mercurio