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El aporte de las bases de datos y lo que viene

El aporte de las bases de datos y lo que viene
3 noviembre, 2014

Hace años que en Chile se utilizan bases de datos, especialmente en el mundo privado. Desde el aparato público, el SII ya venía sorprendiendo con todo lo relacionado con las declaraciones de impuestos. Esta vez las investigaciones de los atentados en las estaciones Los Dominicos y Militar, a partir del número de una tarjeta Bip encontrada en una boleta de recarga, ha permitido buscar en las bases de datos de transacciones, el recorrido en que se usó dicha tarjeta. Imagino la sorpresa al encontrar que la misma tarjeta pasó por lugares, en días y horas, relacionados con el atentado de la Estación Militar. Asumimos que las transacciones tendrían registro de horas y torniquetes utilizados y eso debe haber permitido asociar dichas horas y torniquetes con las imágenes de las cámaras que en esos lugares enfocaban el paso de personas

Notable ejemplo de uso de la información en una buena causa, a partir de software de clase mundial como Microstrategy y otros. Ejemplo más reciente es el bloqueo que se está aplicado a cerca de 1.000 tarjetas Bip recargadas ilegalmente. El sistema de los administradores es capaz de detectar qué números de tarjetas no han sido recargadas oficialmente. Notable.

El uso de información de transacciones con medios de pago también permite, si se ajusta a derecho, conocer acciones de comportamiento de las personas. Hoy, los retailers y bancos saben qué pagan las personas con sus tarjetas. Las grandes tiendas pueden ofrecer productos o promociones específicas en base a transacciones pasadas y los bancos podrían ofrecer créditos a quienes están bajando sus niveles de deuda. Por otro lado, las consultas realizadas a través de ciertos motores de búsqueda permiten generar un historial y eventualmente determinar algunos perfiles de consumidores. Algunas de estas actividades adolecen de cierta legalidad en algunos países, pero en Europa, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), en mayo de este año, ya ha dictaminado que existe el Derecho al Olvido y que los ciudadanos pueden solicitar a Google, por ejemplo, que borre su historial de búsquedas.

En Chile, algunos senadores ya han propuesto un proyecto de Ley. Entonces, es probable que en un futuro cercano, si los motores de búsqueda no cuentan con la autorización de las personas para grabar esos registros, no podrán hacerlo. Hoy, los ciudadanos europeos deben pedir que se borre. Pero el mundo avanza y las tecnologías de reconocimiento (o recomendación), de smartphone van al galope. Hoy, en USA existen cada vez más aplicaciones y dispositivos que permiten reconocer un aparato telefónico cuando un cliente entra o pasa por una tienda. En general, se requieren acciones explícitas y autorización de parte del consumidor para querer participar en el juego. Al inicio fueron los códigos QR. Los clientes debían leerlos con su aparato.

Hoy son los iBeacons, verdaderos radares ubicados dentro de las tiendas o mall, los cuales con su bluetooth sirven para que un smartphone que tenga la aplicación respectiva, «sea reconocido». Los iBeacons activan la aplicación, la que permite un cierto nivel de programación que puede enviar mensajes al usuario del smartphone, según el lugar donde sea detectado el celular. El aparato puede recibir mensajes de recomendación, promoción, educación o comunicaciones simples, por ejemplo una bienvenida, o un mensaje para un clúster de clientes innovadores en una tienda: «A su costado, tenemos un avance de temporada». Estas aplicaciones requieren que el consumidor apruebe el uso de esta forma de comunicación. Si al bajar la aplicación el usuario ingresa su nombre, las tiendas le podrán «hablar» a los clientes. Imaginamos en un futuro cercano que los medios de transporte puedan avisar a sus pasajeros que «no paramos en la estación XX» o «saldremos 30 minutos después, por tal motivo».

Fuente : La Tercera