Los expertos aseguran que existen dos tipos de consumidores de cerveza en el mundo: uno que no repara en las diferencias de sabor o estilo, y no se fija demasiado en las características del producto, y otro que es más exigente e informado, ya que «considera a la cerveza como un noble fermento de cereales», explica Pascual Ibáñez, editor de la Guía de la Cerveza, publicación que tiene varias ediciones tanto en Chile como en México. El experto asegura que este consumidor suele ir más allá que simplemente comprar botellas de cerveza. «Indaga acerca de estilos, su aspecto cultural, historia y tendencias en el resto del mundo. Quiere estar al día y considera que la cerveza no sólo es una bebida rubia, seca y refrescante», dice el también director académico de la Escuela de los Sentidos. En Chile también existen estos dos tipos de consumidores. El que compra botellas y tarros por decenas sin reparar demasiado en la procedencia y procesos a la que fue sometida, y el exigente, que prefiere gastar un poco más, probar y documentarse. Ibáñez dice que gracias a ese consumidor exigente existe una suerte de boom microcervecero que aspira a recuperar viejos estilos, que llaman a producir cervezas con las materias primas del entorno. «Ahora hay cervezas para todos los gustos, porque ese consumidor es muy diverso», señala, a la vez que hace notar que el gusto por las más selectas es «un camino sin retorno». Apunta, además, que los consumidores exigentes no son mayoritariamente hombres como muchos piensan. «El comer y el beber es una acción democrática que no tiene género ni edad», dice.

El sommelier afirma que con este espumoso producto pasará lo mismo que sucedió hace dos décadas con el café y el vino. No han pasado muchos años desde que los chilenos consumían casi exclusivamente café instantáneo, pero ahora cada vez son los que prefieren en grano importado de zonas cada vez más lejanas y también diferencian las distintas clases. «En cuanto al vino, hasta mucho tiempo atrás, las personas pedían para las comidas uno blanco sin más especificaciones que esa y ahora demuestran que son más informados».

Para demostrar que el conocimiento y el gusto por la cerveza han «prendido» entre los chilenos, señala que hace algunas décadas sólo existían en el mercado una veintena de marcas distintas. «Ahora, en cambio, existen más de 400», dice. Por lo mismo, es optimista en cuanto al desarrollo de la industria cervecera nacional. «Esta bebida tiene la ventaja de adaptarse al entorno. Es decir, se puede acomodar al cereal y los aditivos del lugar. En eso Chile tiene mucho para ofrecer y crecer», puntualiza Ibáñez.

Liviana y refrescante

Manuel Zárate, country manager de Heineken en Chile, señala que la cerveza que más predomina en el mercado nacional es la tipo lager: liviana y refrescante, con distintos niveles de amargor y de graduación alcohólica. «Claramente hay para todos los gustos, están desarrollándose más variedades, y así un mismo consumidor puede optar por tomar diferentes tipos y formatos según la ocasión».

Hace notar que el mercado de la cerveza ha evolucionado y ha crecido en sofisticación. «Hay mayor variedad de marcas, combinaciones de ingredientes y sabores que invitan a probar estos productos. Se registra una clara tendencia de crecimiento de las premium y artesanales, y, al mismo tiempo, hay un interés creciente por conocer los ingredientes de las distintas cervezas, los tipos de lúpulo que usa cada marca, etc., lo que se puede ligar a un desarrollo de una mayor cultura cervecera en el país».

Fuente : La Tercera