NO CABE duda que el país desde hace ya varias décadas ha alcanzado un nivel relevante de desarrollo tanto en el mercado financiero como en otras industrias importantes para la economía local. Así lo reflejan varios indicadores gracias a los que destaca a nivel regional. Sin embargo, dado el tamaño del mercado chileno se observan varias industrias con altos grados de concentración, por lo que es importante prevenir faltas a la libre competencia, fortaleciendo la legislación e institucionalidad.

Un estudio elaborado por la plataforma de pensamiento político liberal Horizontal, cuyo presidente ejecutivo es Hernán Larraín, evidencia que de 13 industrias estudiadas, 12 están por sobre los niveles medios de concentración de mercado, de los cuales 9 tienen niveles altos de concentración de acuerdo al índice Herfindahl–Hirschman (IHH). Si se quiere contrastar esos mercados con el índice C3 –que suma las cuotas de mercado de las tres empresas con mayor participación–, prácticamente en todas se observa que existen tres empresas que tienen sobre el 50% del mercado. Lideran estos listados la industria de aviones de carga y de pasajeros, seguido por combustibles y telefonía móvil (ver gráfico).

Es así como el estudio considera que en los mercados con altos niveles de concentración, «son una señal de alerta de posibles problemas de competencia».

El estudio agrega que «al analizar algunos mercados chilenos desde la óptica de la Estructura–Conducta–Resultados, se observa que hay indicios de que los mercados analizados no son del todo competitivos y que en algunos casos puede ser que la regulación sectorial se encuentre relativamente obsoleta, como en el caso de los monopolios naturales».

Y es que para que un mercado clasifique como competitivo, señala el estudio, se deben cumplir una serie de requisitos, como información simétrica entre agentes participantes, libertad de entrada y salida de empresas, homogeneidad de productos y, que empresas y consumidores no influyan individualmente en el precio de un bien o servicio.

Es justamente el primer punto –asimetría de información– el que más se deja ver en la dinámica de la industria financiera: banca, AFP e isapres. En este caso, el investigador de Horizontal, Fernando Medina, sostuvo que en los bancos hay «asimetrías de información, tiene una serie de sociedades de apoyo al giro donde existe una concentración alta ( … ) por lo tanto, existen una serie de barreras de entrada y a la competencia que son importantes». Así, el mercado financiero «no tiene la cantidad de competencia que uno desearía que tuviera ( … ) Por ejemplo, los spread de tasas pueden ser una señal que indica que no hay suficiente nivel de competencia. Por lo tanto, es un mercado donde hay harto que hacer todavía». De todas formas, el experto reconoce que esta industria tiene características especiales. Y es que «por un lado, se quisiera tener más competencia y pocas barreras, pero por otro lado, está la estabilidad financiera que es muy importante. Hay que mirarlo con cuidado, porque además no es transable». De todas formas, señala que hay avances. El proyecto sobre deuda consolidada que se está discutiendo en el Congreso «es un buen proyecto que puede generar efectos importantes», destaca Medina. Y aunque es en otra industria, los efectos para el mercado de la corrección en las asimestrías de información tienen cifras concretas. Por ejemplo, Horizontal explica que «de aprobarse una ley de fármacos que incremente los puntos de venta y disminuya las asimestrías de información existentes –por ejemplo, obligando a los médicos a recetar medicamentos bioequivalentes y genéricos– podría generarse una mayor competencia en el sector, que permitiría a los consumidores ahorrar al año entre US$50 millones y US$180 millones».

Propuestas

Dado esta realidad, el foco debe estar en prevenir eventuales conductas contra la libre competencia. En Horizontal postulan ciertas reformas al mercado, necesarias para avanzar en la materia. Y es que en el camino hacia mercados con esas características, la libre competencia ha sufrido algunos atentados. Tal vez el más recordado fue la colusión de las farmacias que estalló a fines de 2008, pero tras éste otros casos en investigación son el relacionado al mercado de los pollos, buses interurbanos y ginecólogos de Ñuble, entre otros.

Por eso, la necesidad de impulsar medidas que sean lo suficientemente eficacez como para desincentivar una eventual colusión. «Es necesario que los costos esperados de atentar a la libre competencia superen a los beneficios que producen este tipo de prácticas. A partir de lo anterior, se justifica establecer sanciones de tipo penal como medida disuasiva en contra de actos como la colusión, pues el costo esperado de realizar este tipo de prácticas se incrementará considerablemente», afirma el estudio. Cabe recordar que, tras el caso de colusión de las farmacias, la justicia determinó que los 10 imputados debían asistir a clases de ética.

Pero no sólo esto. En multas y otras características aún estamos distantes de la realidad de otros países (ver tabla). La legislación actual impone una multa máxima de US$20 millones aprox. por casos que atenten contra la libre competencia. En EEUU, en cambio, llegan a US$100 millones y hasta US$1 millón de multa a cada persona natural. «Al no guardar relación las multas con las ganancias obtenidas por el acuerdo, en nuestro país el pago puede ser bajo y no disuasivo relevante», señala el documento.

Otras reformas relevantes, tienen que ver con la reestructuración del Sernac (algo que incorpora la candidata de La Nueva Mayoría, Michelle Bachelet, en su programa de gobierno). Este «debiese ser autónomo y contar con mayor empoderamiento, por lo que debería poseer facultades para fiscalizar, interpretar la normativa, multar y aplicar un sistema de resolución de conflictos vía acuerdos prejudiciales», propone el estudio.

Otra de las propuestas en la que parece necesario avanzar es en la interrelación entre el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia y la Corte Suprema. «El tribunal especializado es el TDLC. Debiese haber una mayor vinculación entre ambas o con el experto».

Fuente : Pulso