A la denuncia efectuada por la Fiscalía Nacional Económica (FNE) en contra de las embotelladoras de Coca Cola Andina y Embonor –prácticas predatorias–, se sumó una paralela llevada ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) por Embotelladora Latinoamericana (ELSA).

ELSA esgrimió que las prácticas exclusorias de Andina y Embonor han consistido en el otorgamiento de incentivos, tales como descuentos, entrega de equipos de refrigeración y otros aportes, a miembros del canal tradicional de distribución, esto es, a almacenes de barrio, botillerías, kioscos, panaderías y similares, supeditados a la no publicidad, exhibición y/o venta de bebidas alternativas de bajo costo: las Marcas B.

Lo anterior, según ELSA, ha impedido, retardado y entorpecido su propio ingreso y crecimiento –y el del resto de las marcas B, que tienen el 6,3% del mercado de las bebidas carbonatadas–, disminuyendo artificialmente la competencia y, además, afectando a los consumidores de segmentos socioeconómicos de menores ingresos.

En tanto, ELSA acusa el uso de la bebida «Taí» como herramienta de exclusión a través de diversas estrategias, como la reducción artificial de precios, la venta atada y la discriminación arbitraria de precios. Como dato, mientras el precio de «Coca–Cola» ha subido un 25% los últimos 5 años, el precio de «Taí» ha bajado un 3%.

De hecho, ELSA ilustró que su participación de mercado en bebidas carbonatadas ha caído a menos de la mitad desde el 2005, anotando un 2% solamente en el 2010, a causa de las prácticas de Andina y Embonor.

ELSA pidió que se multe tanto a Andina como Embonor con US$ 20 millones (20.000 UTA).

Fuente : Estrategia