Mucho se ha dicho sobre el caos vial que, posiblemente, generará la inauguración del Costanera Center en mayo. Pero nadie se había sentado a analizar detenidamente los efectos concretos que tendrá la inauguración del mega mall de Horst Paulmann.

Ayer tuvo lugar un encendido debate organizado por el Centro de Inteligencia Territorial de la escuela de Gobierno de la Universidad Adolfo Ibáñez. ¿Los panelistas? El arquitecto Iván Poduje , experto en cuidad, territorio y medio ambiente; Patricio Herman , presidente de la Fundación «Defendamos la Cuidad», y Louis de Grange , ingeniero experto en transporte urbano.

Todos, en uno de los pocos puntos de consenso del debate, estuvieron de acuerdo con que las medidas de mitigación vial propuestas por el Ministerio de Transportes son «simples parches» que en la práctica no ayudarán en nada a descongestionar el barrio de «Sanhattan».

Los fuegos los abrió Herman quien, documento en mano, insistió en las irregularidades que, según dijo, rodean los permisos de edificación del Costanera Center. Acusó el «espectáculo que dio el ex Presidente Lagos» durante la ceremonia de colocación de la primera piedra, el año 2006: «Se hizo sin permiso de edificación (…) No tenían un estudio de impacto ambiental, e hicieron valer uno del 2001 que no tenía nada que ver con el proyecto que finalmente prosperó».

Luego vino el turno de Iván Poduje, quien proyectó un «caos social y vial» como consecuencias directas de la apertura del Costanera Center: «Algunos dicen que el taco podría llegar hasta Plaza Italia». Lo primero, aseguró, será la congestión peatonal, y lo segundo es que los tiempos de viaje aumentarán hasta en un 60% en la zona… «y en la hora punta los traslados se alargarán una hora más».

Frente a este panorama, Poduje propuso algunas medidas «urgentes»: invertir en el túnel Andrés Bello, diversificar la oferta de llegada a la zona y «modificar con urgencia la ley de urbanismo y construcciones».

El último en exponer fue Louis De Grange, quien aseguró que los precios de los inmuebles subirán un 40% con la apertura del Costanera Center. Entre risas contó que cuando intentaron realizar una simulación computacional para evaluar cuántos autos llegarán a la zona «ni siquiera cupieron en el sistema» y «el computador colapsó».

Fuente : La Segunda