Su mayor crecimiento en los últimos 16 años registró la economía chilena en el primer semestre de 2011.

Según la información del Banco Central, en junio, el Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec) se expandió 6,1%, superando las expectativas del mercado, que lo situaban en torno a 5,8%. Con ello, la primera parte del año culminó con un crecimiento de 8,1%, siendo el más alto desde el segundo semestre de 1995, cuando alcanzó el 11% (ver infografía).

De acuerdo con el instituto emisor, en el sexto mes del año los motores del crecimiento fueron el comercio y la industria, los mismos rubros que han empujado el carro durante la primera parte del ejercicio.

En junio, la industria creció un 4% y las ventas del comercio lo hicieron en 12,5% según las cifras del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), dando cuenta que el consumo se mantiene firme. Como contrapartida, la minería experimentó una caída de 4,7% por efecto de las huelgas y problemas climáticos que paralizaron la producción (ver página 60).

Otra cifra que destaca durante este primer semestre es la tasa de desocupación, que llegó a 7,2% en abril–junio, con la creación de 452 mil empleos en un año.

Junto al dinamismo del mercado laboral, el INE informó ayer que el Indice de Remuneraciones aumentó un 0,6% en junio, mientras que el de Costo de la Mano de Obra lo hizo en 0,5%, ambos con variaciones en 12 meses de 5,8% y 6,5%, respectivamente, siendo el comercio el que lidera las alzas salariales (7,3%), seguido por la industria (7,2%), en un año.

Segunda parte

Pese al favorable desempeño que tuvo la economía en la primera parte del año, las expectativas son menos promisorias para la segunda parte del ejercicio, porque estará más decantado el efecto terremoto, la base de comparación será más alta y hay más ruidos en el escenario externo ante el temor a una nueva recesión en Estados Unidos y la crisis de confianza en Europa.

De hecho, el consejero del BC, Enrique Marshall, señaló en Osorno que «a nivel interno, la actividad económica crece a tasas relevantes. Sin embargo, los últimos datos entregan señales de moderación, que no eliminan completamente los riesgos en este ámbito. Hacia fines de año, la actividad debería estar creciendo en torno a su ritmo de tendencia», es decir, en torno a 5%.

A juicio de Marshall, el escenario externo «se presenta extremadamente complejo, en especial por la incertidumbre que rodea la resolución de los problemas de endeudamiento fiscal en Europa y Estados Unidos».

La visión de Marshall es compartida por el mercado, pues la mayoría de los economistas estima que en el segundo semestre la desaceleración será más marcada. «El ritmo de expansión convergerá a 5% en el cuarto trimestre», dice Hernán Frigolett, de Nueva Economía.

En Banchile estiman que con todo, este año la economía crecerá cerca de 6,5%, mientras que el próximo lo hará en 4,7%.

En lo inmediato, la mayoría de los expertos cree que el BC mantendrá la tasa de interés de política monetaria en 5,25%.

Fuente : La Tercera