El empeño en ofrecer precios bajos todos los días ayudó a Wal–Mart Stores Inc. a convertirse en el minorista más grande del mundo. La estrategia no le está dando resultado en Brasil.

Wal–Mart pierde dinero allí a 20 años de haber ingresado al mayor mercado de América del Sur, adquiriendo dos cadenas locales a mediados de la década de 2000 y abriendo más de 500 tiendas. La firma se enfrenta a la competencia de Carrefour y Casino Guichard–Perrachon, cadenas francesas que tuvieron en cuenta la tendencia de los brasileños a buscar las mejores ofertas. Para complicar los desafíos que enfrenta, Wal–Mart carece de las dimensiones que le permitirían presionar a los proveedores locales para lograr mejores precios, como hizo con eficacia en Estados Unidos.

«Brasil no parece tener remedio», declaró en una entrevista Michael Exstein, analista de Credit Suisse Group en Nueva York.

No es la primera vez que Wal–Mart sufre un tropiezo en otro país. La firma vendió sus divisiones alemana y surcoreana en 2006 tras años de malos resultados. Ante una dura competencia en China, Wal–Mart cerrará 29 locales de bajo desempeño y ha tenido que luchar con la percepción de que sus alimentos son poco seguros después que se detectara ADN de zorro en la carne que vendía como de burro. En 2013, la empresa disolvió una alianza en India debido a las restricciones locales a las inversiones extranjeras.

La ofensiva de Wal–Mart en el extranjero supuestamente iba a compensar la desaceleración del crecimiento en EE.UU., pero en el último año fiscal, la división internacional sólo logró un crecimiento de las ventas de alrededor del 1%, por debajo del 7% del año anterior y del 15% del año que precedió a ese. Entretanto, Wal–Mart está investigando posibles violaciones a la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero en México, China, Brasil e India.

El máximo responsable ejecutivo Doug McMillon, que dirigió la división internacional por cinco años, dijo que «no estamos sacando todo el partido posible» de Brasil, donde la empresa ha tenido cuatro CEO locales en una década.

Fuente : La Tercera