Una radio con reproductor de CD cuesta quince lucas en un pasillo de Falabella del Parque Arauco. A unos metros de distancia otro reproductor de disco compacto cuesta un millón 890 mil 990 pesos. Es un equipo de origen norteamericano de marca Prima Luna, modelo Prologue, y es apenas una muestra de una tendencia que se instala a nivel de retail: el high end, o audio de lujo (ver apunte).

¿Por qué esa monstruosa diferencia? Aunque se ve sobrio y minimalista, a simple vista un detalle anticipa que hay algo más que carcasa: sobresalen seis válvulas de vacío, más conocidas como tubos, los mismos que tenían las radios antiguas, esas que tardaban un par de minutos en calentarse y encender.

Hernán Rojas, ingeniero de sonido y conductor de «La ley del rock» de Radio Futuro, define al equipo como sorprendente desde un punto de vista estético y técnico: «Tiene un look retro total y reedita una tecnología en donde el audio sale por los tubos en lugar de un circuito cualquiera y así se convierte la señal con la calidez que tienen los tubos».

Añade que los nostálgicos tubos «producen un sonido que tiene una distorsión que favorece los armónicos impares que son más cálidos, más musicales y más ricos, y al oído se siente como algo más amigable».

Asegura también que para las nuevas generaciones que han escuchado MP3 toda su vida, «la diferencia es del cielo a la tierra. Es monumental, porque el MP3 es como una foto pixelada y un audio a tubo es una foto en alta resolución o una película filmada en 35 milímetros proyectada a todo cachete».

Benedicto Azcona, gerente general de Sound Advisor, la firma que trae y distribuye Prima Luna, coincide con Rojas enfatizando que «los tubos entregan una determinada cantidad de energía durante el proceso de reproducción que hace que la calidad de sonido sea superior, es decir, con más cuerpo, más detalles y más sutilezas que un oído más entrenado puede detectar perfectamente».

El director de la escuela de electrónica y electricidad del Duoc, Luis Camilla, aterriza el tema en el laboratorio y explica que «en las mediciones objetivas entre semiconductores y tubos, prácticamente no hay diferencia para el oído normal pero en pruebas más finas se notó que los ruidos de fondo del semi conductor son más metálicos».

Por lo mismo, concluye que «personas muy especiales con oído educado pueden apreciar características de calidez, profundidad y sonoridad en el tubo».

El Prologue también incorpora tres elementos claves para entender por qué es distinto y, en definitiva, su elevado precio: el lector de CD (ojo óptico), que es de cuarzo, con transparencia superior para leer el disco; el conversor de sonido digital a análogo, mientras mayor sea la velocidad y capacidad de traducción de la información mejor será el resultado; y la fuente de poder, que es la que entrega de manera constante y permanente el flujo de energía.

Fuente : Las Últimas Noticias