Convertida hoy en la principal empresa de alimentos del mundo, en Chile instaló su primera fábrica en 1935.

Desde entonces, ha ido multiplicando su oferta a partir de las leches y suplementos para niños, ampliándola a otras categorías, obteniendo en el país consumos per cápita para sus marcas que están entre los más altos a nivel global.

Por Constanza Iturriaga

Un nido con polluelos siendo alimentados por un pájaro adulto, en una firme rama de roble. La significativa imagen es el logo de Nestlé «pequeño nido», fundada en 1868 por el químico Henri Nestlé, y que comenzó elaborando un producto, su famosa Harina Lacteada para la nutrición infantil. Por entonces también hacía leche condensada, muy apreciada por su buena conservación, gran valor nutritivo y facilidad de consumir. Hoy cuenta con un portafolio de marcas que van desde los chocolates y helados, pasando por agua embotellada y cereales para el desayuno, hasta comida para mascotas, y es la compañía de alimentos más grande del mundo, ubicada en el lugar 57 del ranking Interbrand de las 100 marcas globales top.

En Chile, la primera fábrica de Nestlé se instaló en 1935, pero sus productos se importaban, conocían y consumían desde el siglo XIX, y gozaban de gran prestigio, como dan cuenta registros históricos consignados por el libro «Nestlé, creciendo con Chile», editado por la compañía. Allí, se citan testimonios de combatientes de la Guerra del Pacífico, quienes mencionan la leche condensada como «un lujo» con el que a veces contaban para alimentarse. También aparece un aviso publicitario de un periódico de 1883, que resalta las bondades de la Harina Lacteada Nestlé, comercializada por la Botica y Droguería Francesa. Ya han pasado cuatro generaciones desde que Nestlé se instaló a producir en nuestro país y, según María Angélica Valenzuela, gerente de comunicaciones y servicios de marketing de Nestlé Chile, es una marca querida y valorada por los chilenos. Y agrega que «la empresa ha mantenido e incluso ha crecido en cuanto a imagen corporativa. Vamos camino a los 80 años y cada vez más marcas son reconocidas como parte de Nestlé, lo que mejora la percepción de la gente».

Para la ejecutiva, una de las razones de la vigencia de Nestlé, además de su calidad y variedad, es que está presente en todas las etapas de la vida. «Partimos con alimentos infantiles, pero ahora tenemos productos para preescolares, para jóvenes y así, hasta llegar a la etapa adulta», señala. «También –destaca– estamos en categorías como Dolce Gusto, que tiene que ver con modernidad, con el confort».

ALGO DE HISTORIA

Heinrich Nestlé nació en Frankfurr en 1814, en una familia acomodada de fabricantes de vidrios y cristales, en una época con altísimos índices de mortalidad infantil. De hecho, pese a que sus padres tenían medios económicos y educación, de los catorce hijos que tuvieron, sólo la mitad alcanzó la mayoría de edad. Heinrich tuvo la fortuna de llegar a adulto y se formó como químico.

Sin embargo, el tema de la malnutrición, una de las causas de que tantos niños fallecieran tempranamente, fue una constante preocupación y marcó su futuro.

Con una fuerte determinación, Nestlé partió a perfeccionarse a Suiza, donde afrancesó su nombre a Henri y desarrolló toda su carrera profesional. Después de años de trabajo y estudios, logró producir un invento que revolucionó la industria alimenticia: la «harina lacteada», que, por primera vez, suplía la carencia de leche materna o la complementaba. Los efectos positivos en los lactantes se popularizaron rápidamente, al tiempo que la fórmula fue avalada por médicos y químicos, que validaron la eficacia de la harina lacteada para reducir la mortalidad de los infantes. Tanto creció la empresa que, en 1871, Henri Nestlé la vendió por un millón de francos a un grupo de inversionistas y se retiró. Los nuevos dueños desarrollaron la firma hasta lo que es hoy, conservando el logo y el nombre.

Pasaron las décadas y, después de dedicarse exclusivamente al rubro lechero, Nestlé lanzó otro de sus iconos: Nescafé, el primer café soluble envasado, y que comenzó a venderse en 1938. Produjo impacto en el mercado, pero el boom vino con la Segunda Guerra Mundial, cuando Estados Unidos surtió a sus tropas con productos de la marca suiza, y Nescafé tuvo gran aceptación entre los soldados, gracias a su sabor y rápida preparación. La bebida llegó a Chile el ’41, pero –según el libro– al comienzo «no agradó». Sin embargo, los consumidores se adaptaron y tiempo después nuestro país tenía uno de los más altos consumos per capita de Nescafé del mundo.

Durante el resto del siglo XX, la compañía siguió lanzando alimentos y presentaciones novedosas, como la bebida chocolatada Milo y el Nestea. En el libro publicado por Nestlé Chile, se recuerda que hubo dos líneas que sorprendieron a los chilenos durante la década del 60. Una ele ellas fue Maggi, que impactó con sus coloridos sobres de sopas, y la otra fue la categoría de «colados» para guaguas, que al comienzo eran enlatados.

Hoy la compañía se basa en tres pilares: nutrición, salud y bienestar. Como indica María Angélica Valenzuela, a través de estas bases «buscamos mejorar la calidad de vida de las personas». El primer punto, explica la ejecutiva, tiene que ver con hacer alimentos de buena calidad, por eso sus productos son constantemente estudiados y rei’ormulados. «En bienestar entran las marcas orientadas a tener minutos más placenteros, como los chocolates, pero sin descuidar nunca la nutrición», aclara. Por ello, desde 2005 Nestlé incorporó a nivel mundial la «Brújula Nutricional», un informativo en todos sus envases para que la gente «conozca lo que consume y pueda llevar una alimentación equilibrada», con información de los ingredientes, consejos y datos de contacto. Por algo su slogan corporativo es «Good Food, Good Life».

MARCA GLOBAL, ACENTO LOCAL

Si hay algo que queda en la memoria, son los alimentos que se consumen en la niñez, donde de seguro hubo algún producto Nestlé. «Las marcas Nestlé te conectan con tu historia de vida. Por ejemplo, tú hablas de leche condensada, que fue el primer producto que se lanzó en nuestro país, y a la gente le vienen recuerdos de su infancia, de las bolitas con nuez», resalta la ejecutiva. `Basta pensar en el Súper 8, un producto emblemático chileno, inventado, desarrollado y patentado aquí. O el chocolate Trencito, que está hecho para niños por su alto contenido de leche, pero quienes más lo consumen hoy son adultos», cuenta Valenzuela. El verano pasado, se invitó al público a votar por el regreso de helados clásicos de Savory, y fueron elegidos Nifty, Cremino y Holvday.

Lo mismo ocurre con las campañas publicitarias históricas, como la de «La 011a Millonaria» de Caldos Maggi o la «tcicserie» de Nescafe Fina Selección, protagonizada por Sandra O’Ryan. Incluso, hace poco se hizo la segunda parte del spot ochentero de Nescafé y la chica del Volkswagen escarabajo, que ahora –y con la actriz original– aparecía con sus hijos. También auspiciaron los estelares de televisión más importantes de aquellos años, como «Martes 13», que incluso tenía un concurso llamado «1, 2, 3, Nescafé». Por supuesto, la compañía ha ido cambiando conforme lo hace la sociedad, y tiene fuerte presencia en Facebook y Twitter.

La gerente de marketing y comunicaciones de Nestlé Chile afirma que nuestros consumos per capita de la marca son «más altos que los de muchos países», y clue «acá somos líderes en prácticamente todas las categorías: en sopas y cremas tenemos 90%, en café sobre 80%, y lideramos en sahorizantes, helados, caldos y leche en polvo. Cuando invitamos a los ejecutivos extranjeros a visitas al comercio, quedan sorprendidos», subraya Valenzuela. Para ella, una de las razones del éxito de Nestlé en nuestro mercado, es que las marcas «no son un copy–paste de afuera, sino que hablamos al consumidor local». Y lo ha hecho con éxito. La ejecutiva indica que Savory «es un ejemplo mundial de cómo se debe trabajar la calle en helados, y aparecemos en todos los catálogos mundiales de Nestlé de cómo manejar la marca», pues si bien comunica en medios tradicionales, donde más invierte y donde más se ve es en la calle.

Pese a ser un mercado pequeño en tamaño, Chile tiene relevancia para Nestlé a nivel global. Y una muestra fehaciente de ello es que el año pasado se inauguró en nuestro país el primer Centro de InvesLigación y Desarrollo de su tipo en Latinoamérica. El R&D Santiago está a cargo de la investigación y perfeccionamiento de galletas y snacks a base de cereales a nivel mundial, para hacerlos más sanos y livianos, entre otras cosas. Toda una prueba para Nestlé Chile en este siglo XXI.

Fuente : Publimark