En el extranjero, Jamaica, Aruba y Perú, y dentro de Chile, Isla de Pascua, San Pedro de Atacama y Huilo Huilo, se han convertido en los destinos favoritos de las empresas. No para ir a ofrecer sus productos, el objetivo es otro: premiar a sus ejecutivos, a su fuerza de venta, y también a sus distribuidores y clientes, con viajes de incentivo y de fidelización.

Se trata de empresas que buscan destacar a sus ejecutivos más comprometidos; también compañías de seguros, isapres y bancos que hacen campañas internas para lograr metas de venta y luego premian con viajes a los empleados que más productos comercializan. Automotoras y empresas del retail y financieras que los regalan a sus mejores distribuidores y también otras compañías que los dan a sus clientes premium.

«Los viajes de incentivo son parte de los viajes corporativos, sector que concentra el 50% del mercado», explica Álvaro Castilla, gerente comercial de Travel Security y ex director de Sernatur.

En Cocha, más de 10 mil personas al año hacen este tipo de viajes. «Son hechos a la medida, duran entre 4 y 7 días, el programa incluye comidas en restaurantes para el grupo, excursiones, city tours y el último día una fiesta temática», explica María del Carmen Vergara, coordinadora de Meetings & Incentives de Cocha empresas.

«Los beneficios para el público interno (empleados) son mayor trabajo en equipo, motivación y mejores resultados, además de buena relación entre la empresa y sus trabajadores. Para el cliente, la empresa puede posicionarse como una compañía cercana, preocupada de ellos, que quiere reconocer a quienes han confiado en sus servicios», explica el gerente de negocios regional de Viajes Falabella, Christian Meeks.

Fortalece la temporada baja

«El turismo de negocios genera un alto impacto económico para Chile, ya que regula la estacionalidad de la demanda turística, genera empleos, aporta significativamente al crecimiento de los negocios y produce un elevado gasto turístico», explica la subsecretaria de Turismo, Javiera Montes, quien agrega que el turista de reuniones gasta 4 a 6 veces más que uno común.

Coincide Castilla, quien señala que este tipo de viajes permiten que las aerolíneas, hoteles, transportes locales, restaurantes y tiendas tengan ingresos todo el año. La temporada baja es especial para el turismo de incentivo, principalmente marzo, octubre y noviembre.

En el mundo esta industria está bastante desarrollada. En Inglaterra, Estados Unidos y Brasil existen empresas que se dedican a detectar las necesidades dentro de una compañía, diseñar la campaña y luego organizar y dirigir el viaje de incentivo para los empleados o clientes destacados. Además, hay agencias de viajes dedicadas 100% al rubro.

En Chile las compañías organizan internamente la campaña y las agencias de viaje les prestan el servicio.

Para los empleados debe tener más valor que un bono

Las empresas gastan entre US$ 1.500 y US$ 5 mil por persona en estos viajes, y la pregunta es si un bono sería una mejor opción.

Al entregar el dinero en vez del regalo, según Álvaro Castilla, se corren dos riesgos: ponerle precio al esfuerzo de un empleado y que éste lo considere poco y que el bono se convierta en una costumbre y el empleado lo haga parte de la remuneración y pierda su valor.

Latitud 90 partió hace 12 años haciendo viajes de incentivo para ejecutivos extranjeros que venían a Chile, principalmente españoles y australianos. Hace seis años la tendencia llegó y se instaló en Chile.

Para Felipe Howard, socio y gerente de la empresa, para que el viaje de incentivo sea más valorado que un bono la estrategia es hacer algo diferente, que no esté en un catálogo y no se pueda hacer viajando solo.

«Antes del viaje se va preparando a la gente para lo que va a vivir. Te llegan algunas sorpresas a tu escritorio, se van creando expectativas, es un viaje lleno de detalles y buscamos que cada día se viva una experiencia diferente. Distinta a lo que hace el resto de los turistas», explica Howard.

Un premio para los distribuidores

General Motors tiene con su red de distribuidores el programa de incentivos «Club del Presidente», que premia a los dueños de las concesionarias con un viaje junto a sus señoras. «Es un momento ideal para estrechar lazos comerciales y afianzar las confianzas, necesarias para sostener los negocios en el largo plazo», cuentan en la compañía.

Gama, empresa dedicada a artículos de cuidado personal, como secadores, hace una vez al año un viaje para presentar sus productos a sus distribuidores, tiendas de retail como Falabella, Paris, Ripey, Hites, La Polar, Jumbo y Walmart. «Logramos fidelizar a nuestros clientes (distribuidores), conocerlos en otro ámbito y una gran recordación a nuestra marca», cuenta la gerenta de marketing, Alejandra Kohn.

Los viajes de incentivo son parte de la estrategia de marketing de Mastercard. La compañía premia con ellos a sus socios de negocios, como emisores tanto bancos como retailers . «En Chile, por ejemplo, este año hemos llevado 200 personas a más de nueve destinos diferentes», explica la directora de marketing de MasterCard Chile y Paraguay, Patricia Merino. Añade que lo que buscan es generar preferencia a través de un lazo afectivo con la marca y, en términos comerciales, fomentar la venta y activación de tarjetas de MasterCard.

Fuente : El Mercurio